Desde luego, en toda la resolución del conflicto, no está ayudando que Aminetu acuse al gobierno español de querer acabar con ella, cuando le ha dado todas las posibilidades que tenía en su mano. Desde luego tampoco ayuda para nada todo el circo mediático que tiene montado a su alrededor.
Lo único que está haciendo, es aprovecharse del gobierno español, para tener un altavoz para su causa (Mártir saharaui).
Lo cierto que es una situación kafkiana, que rechaces el pasaporte español que te permite entrar, porque quieres el marroquí (país que no reconoces como tu lugar de residencia).
Como bien dice Raquel López, en VigoBlog
Aminatu se pasa por alto que España y Marruecos tienen sus respectivos gobiernos; y ni uno ni otro gobierno tienen poder para imponer al otro una decisión; a no ser que se emplee la fuerza, es decir, el garrote. Y, digámoslo de una vez: Aminatu, no es para tanto.
Podría (yo) permanecer callada; pero no. Me he informado, en la medida de lo posible, del caso de Aminatu Haidar. Cuando las mediaciones no dan resultado, hay que seguir mediando y no comenzar a dar golpes hasta imponer. Inmolarse es una forma de rendición.
Algo más sobre los antecendentes
Aminetu Haidar, un caso de complicada explicación
No hay comentarios:
Publicar un comentario