Fotografía en Flickr de rishon-lezion
El 15 de diciembre, la policía secreta, la Securitate, apresó a un pastor protestante conocido por sus críticas al régimen. Hace veinte años que en la ciudad rumana de Timisoara empezó el levantamiento contra el régimen de Nicolae Ceauşescu y el principio del fin de una de las tiranías más duras del bloque comunista.
El 17 de diciembre de 1989, Nicolae Ceauşescu ordenó al ejército disparar contra la multitud que se levantaba en la ciudad rumana. La represión en Timisoara provocó 1.104 muertos y más de 3.000 heridos. La represión brutal de Ceauşescu de las manifestaciones, volvió al ejército contra él.
Fotografía en flickr de sicutat
La Securitate, le permaneció leal, pero luego de una semana de combate armado, el ejército y los rebeldes derrotaron a las fuerzas de la Securitate.
El 22 de diciembre de 1989, una oleada de gritos exigiendo “Libertate” (libertad) emergía de la plaza Opera, en la ciudad rumana de Timisoara. Desde entonces, el régimen comunista de Nicolae Ceausescu tenía los días contados. El pueblo pedía su dimisión y reclamaba unas elecciones libres y justas.
Él y su mujer trataron de escapar con mil millones de dólares, pero fueron capturados, sometidos a un juicio tan sumario como rudimentario (sin reconocimiento legal) y, el día de Navidad, ejecutados por un pelotón de fusilamiento en la ciudad de Targoviste. De todos los líderes comunistas derrocados durante los años de desmoronamiento de la Unión Soviética, el único que sufrió una muerte violenta fue Nicolae Ceauçescu.
La mañana de Navidad de 1989, se dijo a la unidad de Cirlan que necesitaban voluntarios para una "misión especial" calificada de grado cero, "lo que significaba que uno no sabía si regresaría". Ocho comandos fueron trasportados en dos helicópteros", dice Cirlan, "a 150 kilómetros por hora, entre 15 y 30 metros sobre el suelo para volar por debajo de los radares y en movimiento de zig-zag".
El destino era una franja de tierra cerca del estadio del Steaua Bucarest. "Se nos unió un convoy de vehículos blindados de transporte y varios autos donde iban altos oficiales y el general Víctor Stanculescu, de quien yo sabía por la TV que era el viceministro revolucionario de Defensa y a quien había visto como integrante del Frente de Salvación Nacional".
Los helicópteros volaron luego hacia Tirgoviste, "escoltados por una poderosa fuerza de defensa aérea, cinco helicópteros en total volando a 10 metros del suelo; se nos hizo usar un pañuelo amarillo, que significaba ‘héroes sin honor’. Luego aterrizamos".
Al desembarcar, cuenta que "primero, el general Stanculescu dijo que necesitaba cuatro personas de cada helicóptero y que lo que se iba a hacer lo sería sin cometer errores; debíamos ir armados con granadas y cuchillos, además de nuestras armas. ‘Queridos camaradas’, dijo, ‘he confiado siempre en los paracaidistas y ahora confío en vuestro compromiso con la revolución’ Dijo que habría un ‘tribuna militar excepcional’ para ‘aplicar la ley del Frente de Salvación Nacional, juzgar y condenar a la pareja que le ha hecho cosas terribles al pueblo rumano. ¿Seguimos juntos hasta el final?’, preguntó, y yo pensé ‘¿qué final?’ Luego el general dijo: ‘Si la sentencia es de muerte, ¿están dispuestos a ejecutar esa sentencia?’ Todos respondimos a coro ‘Sí’.
No quedó contento con eso y pidió que todo el que estuviera dispuesto a ejecutar la sentencia diera un paso adelante. Todos lo dimos. Entonces designó a tres de nosotros, un capitán, yo y un sargento. Se nos ordenó sacar a todos del edificio, vigilar la puerta y matar a cualquiera que intentara entrar.
Se le mostró al capitán el lugar donde se mataría a Ceauşescu si se le condenaba a muerte, y se nos dijo que descargáramos contra él una carga completa de municiones".
La Nación – Chile
Cuando fue llevado al patíbulo, Ceauşescu exclamó "¡Viva la República Socialista de Rumania! ¡La Historia me vengará!" y murió cantando La Internacional. Luego, algunas escenas de estos sucesos fueron trasmitidas por la Televisión Rumana.
Juicio y Ejecución del matrimonio Ceaçescu
Luego aparecieron los Ceausescu. "Sollozaban como niños", recuerda Cirlan. "No nos pueden matar como perros, gritaba él y nos miraba. Fue un momento duro para todos nosotros. Luego ella dijo ‘si nos van a matar, entonces, por respeto al amor que nos tenemos, no lo maten a él y me hagan verlo. Por lo menos déjenme morir junto a mi esposo’ Y el general ordenó: ‘Llévenla al muro con él’."
"Estaban contra el muro. Sabíamos quiénes eran, pero de pronto vi su rostro humano: él se veía tan confundido. Entonces me miró directo y gritó: ‘¡Viva la república socialista de Rumania! ¡La historia me vengará!’ Y comenzó a cantar un fragmento de la Internacional. Fue cuando llegó la orden y los tres disparamos. Les disparamos mientras él cantaba, desde una distancia de un metro, quizás 50 centímetros ( ). Estábamos como robots. Lo hicimos todo muy rápidamente. Desde entonces, todo lo que he querido es estudiar Filosofía y Derecho. Para entender lo que hice, legalmente. Yo era un suboficial que obedecía órdenes de un general, que mató a un hombre tras un falso juicio. Maté a Ceasescu en Navidad, pero el decreto que formó el tribunal fue firmado el 27 de diciembre, fecha en que ya llevaba muerto dos días. Sólo entonces mostraron los cuerpos por TV. Ninguno de nuestros movimientos de aquel día quedó registrado en el papel.
La Nación - Chile
Pero lo que sin duda nos paró los corazones fue el juicio y la ejecución sumaria de Nicolae y Elena Ceausescu (búsquese en youtube.com) y el aplauso que su retransmisión cosechó entre la población. "Sólo contestaré al Parlamento del pueblo y vosotros tendréis que responder", decía Nicolae, sin comprender su propia ruina, mientras aún intentaba dar órdenes al tribunal. "¿Cómo permites que te hablen de ese modo?", le replicaba una Elena a la que el pañuelo anudado al cuello no lograba disimular un rostro desencajado. "Si usted no sabe leer ni escribir", acusaba el improvisado jurado tras sus mesas de aglomerado. Cayeron los déspotas, y un anciano lloraba y reclamaba: "¡Danos ahora tu tarjeta de racionamiento, sinvergüenza, para tener 200 gramos más de salami!".
El País
Un órgano de gobierno provisional, el Consejo de Salvación Nacional, dirigido por Ion Iliescu, revocó muchas de las políticas represivas de Ceauşescu y encarceló a algunos de los destacados dirigentes del régimen.
En mayo de 1990 el Frente de Salvación Nacional (FSN), formado mayoritariamente por antiguos comunistas, ganó las elecciones multipartidistas legislativas y presidenciales, e Iliescu fue proclamado presidente de Rumania.
20 años después de los sangrientos sucesos, las víctimas aún esperan justicia. (Se calcula que en el tiempo en el que duró el poder de Ceauçescu murieron y/o desaparecieron entre 500.000 y 2 millones de personas)
Por cierto, dentro de todas las alucinaciones del régimen de Ceauçescu, cabe destacar que su esposa, Elena Ceauçescu fue reconocida como una gran química por el Reino Unido, en gesto de buena voluntad para que Nicolae le comprara aviones y tener contenta a su esposa, que en sus tiempos era una simple trabajadora textil y ayudante de laboratorio.
Autora de un tratado sobre la química de los polímeros, éste fue promovido internacionalmente por el Gobierno. Muchos miembros de la Academia de Ciencias de Rumania tenían la obligación de recoger datos de las revistas internacionales especializadas y pasárselos en informes convenientemente preparados para que ella pudiese entenderlos.
La Caja de Pandora
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Interesantísimo artículo. Recuerdo perfectamente su ejecución con una sensación agridulce.
ResponderEliminarGracias
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