jueves, 24 de diciembre de 2009

Juzgado por pedir democracia

黄丝带-释放Liu Xiaobo
Fotografía en Flickr de jeanyim


Los tribunales chinos han comenzado este miércoles el juicio contra Liu Xiaobo, uno de los más prominentes disidentes del país asiático, en medio de las sospechas de las organizaciones de derechos humanos de que Pekín intenta acelerar el caso durante las Navidades en Occidente para atraer menos atención internacional.

Siguiendo la estela del movimiento checo de 1977, el 9 de Diciembre de 2008, más de 300 intelectuales, periodistas y antiguos miembros del Partido de los Trabajadores pidieron en una carta (la Carta 08 en Inglés) 19 medidas.

En ella se piden 19 medidas: una constitución democrática, separación de poderes, democracia legislativa, un poder judicial independiente, control público de la Administración, derechos humanos, elección de los cargos públicos, igualdad entre campo y ciudad, libertad de reunión, expresión y religión, educación cívica, protección de la propiedad privada, reforma fiscal, seguridad social, protección del medio ambiente, una república federada y confianza en la reconciliación.


Periodistas 21


Pero lo cierto es que, tras los Juegos Olímpicos, Pekín parece echar de nuevo el cerrojo: reanudación de ejecuciones, inflexibilidad y lenguaje duro en la negociación con los representantes del Dalai Lama, detención de militantes a favor de los derechos humanos, mayor control de Internet y de los medios de comunicación... Las promesas de transparencia, mayor autonomía social y amplio y progresivo reconocimiento de las libertades individuales, dejan paso preferente a la acción represiva y ejemplar contra la corrupción, que goza de amplio favor popular, mientras, en el más absoluto silencio, se procura aislar cualquier disidencia política. En un artículo publicado el pasado 18 de enero en la revista Qiushi, Jia Qinglin, uno de los máximos dirigentes chinos, alertaba contra "los falsos ideales de la democracia a la occidental", evidenciando las fronteras de la evolución ideológica del régimen.

Xulio Ríos


El día anterior al conocimiento de la Carta O8, era detenido por "socavar el poder estatal".

Ya en 1989, Liu Xiaobo, conocido entonces por sus críticas literarias y sus escritos filosóficos, pasó casi dos años en prisión por defender la actuación de los estudiantes y pedir una explicación de la masacre.

Ayer día 23 se celebró el juicio que duró cerca de 2 horas y media, y mañana día 25 de Diciembre, aprovechando el "silencio informativo" mundial por la Navidad, el Gobierno Chino dará a conocer la sentencia que puede llegar hasta 15 años de cárcel.

El juicio ha sido criticado por EEUU, la UE, organizaciones defensoras de los derechos humanos y un grupo de premios Nobel, que han pedido a China que deje en libertad al disidente. Sin embargo, Pekín ha rechazado estas peticiones, tildándolas de "inaceptables".

15 años de cárcel, por pedir democracia.






Y desde luego no es el primero ni será el último. Después de las protestas de Tiananmen, Zhao Ziyang que fue un político de la República Popular China, además de Primer Ministro de la República Popular China y Secretario General del Partido Comunista de China ya apoyó a los estudiantes de la Plaza y ya en aquel momento pidió libertades políticas y democráticas en China.

Eso le costó pasar sus últimos 15 años de vida en arresto domiciliario a pesar de ser un destacado miembro del partido.

Poco después de las cinco de la mañana del 19 de mayo, Zhao apareció en la Plaza de Tiananmen y deambuló entre la multitud de manifestantes. Usando un megáfono suplicó que abandonasen la plaza diciendo:

"He llegado demasiado tarde. No podéis continuar así. Nosotros fuimos jóvenes también y teníamos arranques de energía semejantes. También hemos organizado manifestaciones y recuerdo aquella situación. Tampoco pensábamos en las consecuencias".




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