El colesterol es un lípido clave para el organismo ya que está implicado en la producción de membranas plasmáticas y en la producción de precursores de hormonas sexuales, entre otras cosas. El organismo, además del que logra por la dieta, es capaz de generar hasta 800 mg al día, principalmente en el hígado.
En condiciones normales, el organismo regula de forma autónoma los niveles de colesterol, mediante:
1.- Retroinhición del colesterol. Cuando los niveles son bajos, activa la síntesis colesterol y cuando los niveles son altos, la desactiva.
2.- Regulación por modificación covalente, con una fosforilación de una fosfoproteína fosfatasa.
3.- Regulación por señales hormonales. La Insulina (respuesta del organismo en estado de buena alimentación) bloquea la síntesis de colesterol, mientras que el glucagón, una hormona contrapuesta a la insulina, que se produce cuando los niveles de glucosa son bajos; produce la activación de la enzima.
Por otra parte, las lipoproteínas LDL y HDL son las encargadas de transportar el colesterol por el organismo.
Las LDL, que son las que conocemos como "Colesterol malo" son unas lipoproteínas de muy baja densidad cuya función es la de transportar el colesterol desde el hígado hasta los tejidos. Por el lado contrario, las HDL o "colesterol bueno", son unas lipoproteínas de alta densidad que retirar el colesterol desde los tejidos hasta el hígado, dónde se metaboliza y se excreta en condiciones normales.
La formación de las placas de colesterol en los vasos sanguíneos, se debe en gran medida, por la acumulación de LDL con colesterol en las paredes de los vasos. Al acumularse, los glóbulos blancos (nuestros soldados sanguíneos) realizan una respuesta inflamatoria contra el acúmulo de LDL, formando una placa. ¿Por qué se forma la placa?
Hay cuatro grandes factores en la formación de la placa; con bastante importancia del factor hereditario:
1.- Falta de receptores para transportar el colesterol y las lipoproteínas LDL no reconocen al colesterol, por lo que el colesterol se acumula en las placas (pacientes Receptor LDL negativo)
2- Hay síntesis de receptores pero el dominio citosólico está alterado y no se produce la internalización de las partículas de LDL.
3.- Hay receptores pero tienen una mutación en un aminoácido que impide la unión con LDL
4.- Hay síntesis de receptores pero no se trasladan a la membrana
Cuando tenemos este problema, los niveles de LDL suben en gran cantidad y las de HDL bajan, formándose una hipercolesterolemia, por lo que además de una acción de modificación de la dieta, en la mayoría de los casos (como hemos dicho anteriormente hay una gran afección a nivel de expresión de proteínas) no queda otra que recurrir a los fármacos, siendo dos los más conocidos como son las estatinas y los secuestradores de ácidos biliares, aunque hay otros fármacos que también realizan una acción similar pero a otro nivel.
- Estatinas (Marcas más conocidas: Lescol, Lipitor, Mevacor, Pravachol y Zocor)
Las estatinas son conocidas como "inhibidores de la enzima HMG-CoA reductasa". La enzima 3-hidroxi-3-metilglutaril CoA Reductasa (HMG-CoA reductasa), es la responsable de catalizar la conversión de HMG-CoA a mevalonato, que es un metabolito implicado en la biosíntesis de colesterol.
3-hydroxy-3-methylglutaryl-Coenzyme A reductase - Imagen vía Wikipedia
La afinidad de las estatinas por la enzima es de 1.000 a 10.000 veces la del sustrato natural, el Acetyl-CoA procedente de la Beta Oxidación y del Ciclo de Krebs. De esta forma, las estatinas bloquean la proteolisis de un elemento de respuesta a estereloes (SREBP) que regula la expresión de numerosos genes.
Cuando se retarda la producción de colesterol, el hígado comienza a producir más receptores de LDL. Estos receptores captan las partículas de LDL en la sangre, reduciendo así la cantidad de colesterol LDL en la corriente sanguínea e indirectamente, haciendo subir los niveles de HDL y haciendo que se produzca un mayor transporte del colesterol hasta el hígado.
- Resinas o Secuestradores de ácidos biliares (Marcas más conocidas Colestid, LoCholest, Prevalite, Questran y Questran Light)
Una de las múltiples funciones del colesterol, es la de producir bilis, un ácido empleado en la digestión, con acción detergente, que emulsiona las partículas lipídicas.
Los secuestradores de ácidos biliares, se van a unir a la bilis, para que no pueda ser empleada para emulsionar las partículas lipídicas. Al notar esto, el hígado recibe la señal de producir más bilis y al producir más bilis, necesita una mayor cantidad de colesterol y hace que el organismo mande colesterol de otras zonas hasta el hígado. Cuando las resinas se unen a la bilis el cuerpo se deshace de ellas y las elimina en las heces.
¿Por qué los ácidos biliares? Los ácidos biliares, sirven para emulsionan las grasas y facilitan la acción de la lipasa, encargada de degradar los Triacilgliceroles (TAG) que consumimos en la dieta.
Después de todo el proceso de degradación de los TAG, el colesterol es reabsorbido, por lo que la acción secuestradora de los ácidos biliares (el organismo nota que no tiene ácidos biliares y manda producir más) hace consumir una mayor cantidad de colesterol.
La acción de las estatinas
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