Si Carl Lewis, era conocido con el apodo de "el hijo del viento", después de lo vivido ayer en Berlín en los mundiales de atletismo, Usain Bolt, debería llamarse "el padre del viento" después de rebajar el récord del mundo de los 100 metros lisos a 9,58 segundos.
Y además esta vez, corrió los 100 metros; bueno en realidad 95 y no 70 metros como le pasó el año pasado en Beijing, donde entró pavoneándose de su superioridad.
Sin duda estamos ante quizás uno de los mejores atletas de la historia, ya que en un año, ha logrado bajar en 14 centésimas el récord del mundo y al ritmo que va, posiblemente, llegaremos a ver bajarlo de 9,50.
Además posiblemente sea lo que necesita el Atletismo en estos momentos, a un hombre que aunque es un poco payaso a veces (no hay más que ver su salida haciendo el show a la cámara) pero es el hombre que hace que el público se meta en la carrera, con las famosas manos que la marca Puma ha repartido y que ayer estaban por todo el estadio, que era portadas principalmente por muchos jamaicanos, algo inusual ya que la comunidad jamaica llevaba tiempo desaparecida por los asientos de los estadios.
Mención aparte, hay que destacar a Gay y a Powell, que hacen que esta sea una de las mejores finales del mundo, al estar varios corredores por debajo de 10 segundo e incluso Gay, logró la tercera mejor marca de toda la historia y la mejor marca de Estados Unidos, con 9,71; pero no le bastó para superar al padre del viento.
¿Estamos ante el mejor atleta de todos los tiempos?
De todas formas, Lewis siempre será Lewis, ya que el era capaz de hacer salto de longitud (y ganarlo) algo que de momento Bolt aún no lo ha intentado, pero todo será intentarlo (seguro que hasta ganaría).
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