Se trata de una celebración que data de antes de 1700, aunque en los últimos años en opinión de algunos vecinos, se ha convertido en lugar de paso folclórico, en lugar de religioso.
La finalidad de las personas que se introducen en los ataúdes, es agradecer a la santa, la intercesión de la Virgen por alguien y que le salvó la vida, dando lugar desde entonces a un largo entramado de leyendas populares recogidas en la mitología oral de Galicia.
Este año han sido tres ataúdes los que han sido paseados en procesión, dos de ellos ocupados por personas, nna mujer de Caldelas de Tui y un hombre de Guadalajara que fueron portados por sus familiares. El tercero de ellos, procesionó cerrado y vacío, por deseo de Karina Dominguez.
Ya hace unos años, el periódico The Guardian, la calificó como la segunda en un listado de los festivales más raros del mundo y a lo largo de estos últimos años, ha acogido a muchos antropológos extranjeros, que querían conocer más acerca sobre esta tradición.
Fotografía de Marta G. Brea para Faro de Vigo
Fotografía de Oscar Vázquez para La Voz de Galicia
Fotografía de Oscar Vázquez para La Voz de Galicia
Información vía
Ritos fúnebres agradecen la vida
Tres ataudes, presentes en la procesión de Santa Marta de Ribarteme
Promesas cumplidas desde ataúdes con vivos
Procesión de féretros en Ribarteme
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