Fábrica de mosquiteras en Tanzania - Gates Foundation
Sin embargo, una portavoz del Instituto de Salud Global de Barcelona (IS Global), la organización que está detrás del Centre de Recerca en Salut Internacional de Barcelona (Cresib), el laboratorio que trabaja con Pedro Alonso, principal promotor de este medicamento que fabrica GSK, matiza las críticas según recoge El País
“Los resultados” que se han presentado en una conferencia en Suráfrica “son parte de unos ensayos a los que les queda un año”, y no desvirtúan otros conseguidos, como los anunciados hace un año de que protegía al 57% de niños de 5 a 17 meses. “Por supuesto que no la vamos a abandonar”, ha dicho.
Los resultados “se refieren al seguimiento durante 12 meses de 6.537 bebés de 6 a 12 semanas. En este ensayo se administró la vacuna RTSS junto con las vacunas de rutina que lo bebes reciben a los 2,3 y 4 meses de edad. El ensayo se ha realizado en 11 centros de investigación repartidos en siete países del África subsahariana entre los que se encuentra el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (Mozambique)”, ha indicado IS Global en una nota.
El estudio (una fase III, la última antes de la aprobación para comercializar) empezó en mayo de 2009, y está previsto que finalice en 2014. “Al finalizar el estudio, la Organización Mundial de la Salud evaluará toda la evidencia para decidir si puede recomendar el uso de esta vacuna como una medida de control de la malaria”, añade IS Global.
Por su parte, Pedro Alonso, uno de los investigadores "padres" de esta vacuna, reconocía su pesimismo y las dudas que les han generado los nuevos resultados en unas declaraciones en ABC
A diferencia de una vacuna contra un virus, donde el porcentaje de eficacia debe de estar por encima del 90 al 95%, en este caso por la complejidad del ciclo vital de los 4 parásitos causantes de la malaria (Plasmodium falciparum, P. malariae, P. ovale y P. vivax) así como de las complejidades del desarrollo de la enfermedad (véase ¿Por qué es tan compleja la lucha contra la malaria?), es el clavo al que se agarran los investigadores del proyecto.El epidemiólogo, Pedro Alonso, uno de los «padres» de la vacuna reconoció ayer a ABC «cierto grado de decepción». «Hace dos meses hubiera apostado por que se lograría una protección del 50-55 por ciento. Parecía razonable que se repetirían los resultados del anterior ensayo, pero no olvidemos que inducir cierta protección frente a un parásito tan complejo como el de la malaria sigue siendo un paso gigantesco. Ahora necesitamos seguir investigando para resolver todas las preguntas que se plantean, así avanza la ciencia».¿Por qué la misma vacuna protege mejor a los niños más mayores? ¿los anticuerpos de la madre, presentes en los recién nacidos, restan eficacia? ¿merecerá la pena utilizar a gran escala una vacuna con eficacia reducida? ¿Invalidan estos resultados la vacuna?Para resolverlas aún habrá que esperar. Pedro Alonso adelanta algunas claves: «No es el fin de la vacuna, solo tenemos unos resultados parciales que arrojan sombras. Por una cuestión logística, lo ideal es inmunizar a los niños al mismo tiempo que les damos las vacunas habituales, pero podríamos retrasarlo». El investigador también cree que la OMS tendría pocas dudas en autorizar una vacuna con un 50% de protección, «un 30% parece poco, pero evitaría más de 330.000 muertes al año». Ni a corto ni a medio plazo, dice, habrá «una bala mágica contra la malaria» que resuelva por sí sola la enfermedad. «Necesitaremos luchar contra ella, con todas las herramientas, con medicamentos y mosquiteras impregnadas en insecticidas».
Ciclo de Vida de los parásitos causantes de la malaria (en inglés)
"La eficacia de sólo un tercio es probablemente demasiado bajo para ser útil clínicamente", dice Tim Peto, investigador de enfermedades tropicales y medicina clínica en la Universidad de Oxford, Reino Unido y añade que incluso esta cifra principal es una sobreestimación, porque la eficacia de la vacuna parece disminuir con el tiempo. "Una mejor manera de resumir los datos es que la vacuna tiene un 50% de eficacia en los 3-4 primeros meses, pero parece que deja de funcionar después de cerca de 6 meses ", dice en Nature
¿Por qué no resulta tan exitoso este ensayo?
Uno de los principales motivos, por los que este ensayo tendría unos resultados tan escasos, sería la inmadurez del sistema inmunitario de los recién nacidos, así como los anticuerpos heredados por vía materna pueden interferir en la acción de la vacuna RTS.
Otro de los motivos que achacan los investigadores, es que la vacuna se está probando en países donde los niveles de transmisión son totalmente diferentes, ya que el estudio con niños de 5 a 17 meses se realizó en países con transmisión de malaria moderada y los resultados provisionales del ensayo actual, consiste en un ensayo clínico con 15.460 niños en 11 sitios en siete países subsaharianos, entre los que se incluyen países donde la transmisión es muchísimo más potente y que hasta mayo no se conocerán estos resultados y posteriormente hasta 2014 cuando finalicen la diferentes fases del ensayo y se sepa si la vacuna es realmente efectiva o no que será cuando la Organización Mundial de la Salud evaluará toda la evidencia científica para decidir si puede recomendar el uso de esta vacuna como una medida de control de la malaria.
¿Se seguirá adelante con la vacuna?
Esta es la gran pregunta que se está haciendo mucha gente, después de estos resultados y el dinero que lleva aportado la Gates Foundation, GSK y otras entidades colaboradoras del proyecto.
Tal y como explica Christopher Plowe, experto en malaria de la University of Maryland School of Medicine de Baltimore en un artículo en Science, estos resultados eran experados ya que a partir del estudio de los datos del ensayo del año pasado, se esperaba que en niños más pequeños el resultado fuera menor.
Nicholas White, otro experto en malaria de la Mahidol University de Bangkok que también coincide con Plowe, va algo más allá en que esta vacuna a pesar de los resultados puede ser complemento de otras intervenciones médicas (nuevos fármacos)" y que el uso de esta vacuna, con estos resultados, dependería en último término del "análisis de costo-efectividad y del entusiasmo de los donantes que aportan la financiación".
Cabe destacar que estos resultados no son definitivos y aunque arrojan muchos interrrogantes, la realidades que "esta vacuna ha mostrado una protección en un subgrupo de niños y esto debe ser visto como una oportunidad" tal y como destacaba un editorial de NEJM aunque también se destacaba que "que hace falta tener un conocimiento más detallado de la respuesta del hospedador para alcanzarla” por lo que es posible que aún pasen muchos años hasta que se pueda tener una vacuna candidata con posibilidades de su uso a gran escala sin ser un ensayo médico. A pesar de todo, el uso de esta vacuna junto con nuevos medicamentos, podría reducir la mortalidad por malaria entre un 25% (Mundo) y un 33% (África)
Para GSK, la farmacéutica que posee la patente de la proteína de la vacuna (véase la explicación en el siguiente apartado) y que aporta la parte tecnológica a la investigación, se muestra optimista con los resultados a pesar de ser mediocres, ya que "ahora han visto cómo es la reacción inmunológica en diferentes grupos poblacionales por lo que la compañía tiene la intención de seguir adelante". GSK se ha comprometido a vender la vacuna en el coste de fabricación más un 5% que se reinvertirá en un fondo para la investigación de vacunas contra la malaria u otras enfermedades tropicales desatendidas.
SPf66 (Patarroyo) vs. RTS,S (Pedro Alonso, GSK, Gates Foundation)
La primera vacuna objeto de ensayos de campo fue la SPf66, desarrollada por Manuel Elkin Patarroyo en 1987. Durante la fase I de los ensayos se demostró una tasa de eficacia del 75% y la vacuna pareció ser bien tolerada por el sistema inmunológico de los sujetos.
Los ensayos de las fases IIb y III fueron menos prometedores ya que la eficacia cayó hasta situarse entre el 38,8% y el 60,2%. Un ensayo llevado a cabo en Tanzania en 1993 demostró una eficacia del 31% después de un año de seguimiento. Sin embargo un estudio más reciente (aunque controvertido) realizado en Gambia no mostró ningún efecto. A pesar de los períodos de prueba relativamente largos y del número de estudios realizados, aún no se conoce la forma en que la vacuna SPf66 confiere inmunidad, por lo que sigue siendo una improbable solución a la malaria. (Vía Creamoselfuturo)
La vacuna RTS,S/AS02A, la empezó a desarrollar un laboratorio norteamericano y siguió el británico Glaxo Smith-Kline durante 10 años, pero después se aparcó porque el mercado de la investigación en malaria no tiene excesivo interés económico además del desconocimiento hasta aquel momento de factores decisivos en materia de variabilidad que hacían que la investigación estuviera estancada y que todo el dinero que se invirtiera, significara quemarlo sin avanzar prácticamente nada ya que en el momento en el que aparcaron el proyecto ya llevaban invertidos cerca de 300 millones de dólares y sin ningún tipo de resultados.
Con el desarrollo de nuevas técnicas de estudio que hasta ese momento no se conocían se comenzó a remotar el interés por la vacuna, en especial con la creación de un consorcio público-privado entre PATH Malaria Vaccine Initiative (Fundación Gates), la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline, y el Walter Reed Army Institute of Research (que son los que poseen la infraestructura necesaria para la producción de vacunas a gran escala en muy poco tiempo); así como ayuda de la Agencia Española de Cooperación internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores junto con el Gobierno de Mozambique para el desarrollo de la vacuna en Mozambique.
La RTS,S/S01 que se está probando en la actualidad, es una vacuna realizada a partir de la proteína RTS, S generada por ingeniería genética que combina un fragmento del circumsporozoito de P. falciparum, el principal parásito causante de la malaria, y moléculas del antígeno de superficie del virus causante de la hepatitis B destinada a reforzar la respuesta inmune del cuerpo así como un sistema adyuvante propiedad de GSK por el que la RTS,S induce la producción de anticuerpos y células T que interfieren la capacidad de infección en humanos del parásito de la malaria.
Desde 2001, cuenta con el apoyo económico de la Gates Foundation, que lleva donados más de 200 Millones de dólares y otros 200 Millones aportados por GSK, que eleva su cifra de gasto total hasta los 500 Millones dólares desde que iniciaron la investigación hace casi 30 años.
Una vez más, los parásitos del género Plasmodium, causantes de la malaria, han demostrado que son unos auténticos expertos en escabullirse de la lucha que contra ellos llevan a cabo miles de científicos a lo largo de todos el mundo.
Más información
- RTS,S Clinical Trials Partnership (2011) First Results of Phase 3 Trial of RTS,S/AS01 Malaria Vaccine in African Children. N Engl J Med 2011;365:1863-75.
- RTS,S Clinical Trials Partnership (2012) A Phase 3 Trial of RTS,S/AS01 Malaria Vaccine in African Infants. N Engl J Med 2012 November 9, 2012 DOI: 10.1056/NEJMoa1208394
- Cresib - La vacuna candidata contra la malaria RTS,S muestra una eficacia moderada en bebés
- Ciencias y cosas - ¿Por qué es tan compleja la lucha contra la malaria?
- Pedro Alonso: «No esperemos a medio plazo una bala mágica contra la malaria»
- Ciencias y cosas - Primeros resultados de la Vacuna contra la Malaria muestran éxito
- El País - La vacuna de la malaria solo protege al 31% de los bebés de 6 a 12 semanas
- Terra - Quique Bassat prevé una vacuna contra la malaria antes de 2015
- Creamos el Futuro - Futura vacuna de la malaria.
- ScienceMag - A Setback for Malaria Vaccines
- Nature - Malaria vaccine gives disappointing results
- FerceBiotech - GSK reports letdown in PhIII malaria vaccine study
- Bloomberg - Glaxo Malaria Vaccine Offers Less Protection to Infants
- NYT - In Clinical Trial, Malaria Vaccine Candidate Produces Disappointing Results
- VOA - Experimental Malaria Vaccine Falls Short