La actual crisis y la hambruna irlandesa de 1845, guardan ciertos parecidos, aunque por suerte, no los efectos. La hambruna irlandesa se debió a un monocultivo de una variedad de patata de peor calidad (32% de la tierra arable de Irlanda se dedicaba a la patata de peor calidad) y a la llegada de un un hongo acabó con la producción y cultivo de patata. En la actual crisis, tenemos un claro ejemplo de esto, con el monocultivo de la construcción y la llegada de un plaga, como fue la crisis económica y crediticia mundial.
La hambruna irlandesa
La zona del Este de Irlanda, era una zona muy pobre y el cultivo de patatas (Solanum tuberosum L.) era un cultivo muy extendido por Europa en aquellos momentos, creciendo de forma rápida en las zonas con los hogares más pobres, porque se trataba de un cultivo relativamente sencillo, capaz de poder almacenarse y que ofrecía un buen alimento, para personas que no tenían mucho más que comer, convirtiendo a la patata en la base de la pirámide alimenticia de la época.
Por otra parte, la población rural irlandesa creció de forma muy rápida en siglo XIX (la población de Irlanda pasa de 4 a 8 millones entre 1800 y 1840), con lo que la necesidad de alimentar a esta población, era necesario un cultivo rápido y que ofreciera buen alimento, al ser una buena fuente de proteínas, carbohidratos, energía y minerales.
De esta forma, el cultivo de patata, que crece cubriendo la superficie en la que se cultiva y por tanto impidiendo el cultivo de otros productos agrarios, se acabó por convertirse en un monocultivo en muchas regiones de Irlanda.
Según los datos de los que disponemos en la actualidad, el 32% de la tierra arable de Irlanda estaba dedicada al cultivo de la patata, a diferencia de Bélgica que tenía un 14% de la superficie o Dinamarca con un 3%.
Irlanda también era el país que más patatas consumía per cápita. Por ejemplo en Irlanda se consumían en torno a 2,1 kg/cápita/día a diferencia del 0,5 kg/cápita/día que se consumía en Bélgica, el segundo país con más extensión de patata. (Vanhaute et al, 2006).
Y también hay que decir, que en Irlanda se había ido modificando el cultivo de patatas de mejor calidad, por otras patatas conocidas como "Lumper" que eran de peor calidad, pero mucho más fáciles de cultivar, que soportaban mejor las condiciones climáticas de Irlanda (lluvia más o menos intensa, frío, etc...) y que se adaptaba a suelos peores.
Dado que las patatas pueden propagarse vegetativamente, todas esas patatas "Lumper" eran idénticos genéticamente entre sí, por lo que ante un cambio de las condiciones, prácticamente todas, reaccionarían de la misma forma.
El resultado es que a partir de 1800, cerca del 90% de la población dependía de una u otra forma del cultivo de la patata, especialmente de esta última variedad de peor calidad, que en muchas zonas pasó a convertirse en la única variedad cultivada.
El verano de 1845, fue bastante suave pero muy húmedo en Inglaterra. Había unas condiciones propicias para la supervivencia de los esporangios que eran transportados por el aire, con lo que bajo condiciones de humedad y baja temperatura, las esporas emitían unas hifas que podían infectar a la planta al insertar el tubo germinativo en el interior de los tejidos de la planta. Además se habían producido inviernos duros que ya habían afectado previamente a la producción agrícola de otros cultivos.
A partir de ahí, la llegada del hongo Phytophthora infestans (Mont.) de Bary, que llega transportado desde el continente americano (México), se encuentra con las condiciones propicias para su propagación (Monocultivo, variedades de peor calidad y genéticamente iguales, condiciones climatológicas, dependencia de la población más pobre...) y que acabara afectando de una forma como la que afectó, sería cuestión de tiempo provocando la hambruna de Irlanda (1845-1852). De esta forma en el primer año cerca del 40% de la cosecha se perdió y al siguiente año prácticamente el 100% de la cosecha.
Lo que ocurrió a partir de ahí, es que la población irlandesa decreció con cerca de 1 millón de muertos y unos 2 millones de Irlandeses emigrados.
La actual crisis
Monocultivo
En España tenemos un claro ejemplo de monocultivo económico de baja calidad, como es de la construcción. España llegó a edificar hasta 900.000 vivienda en plena burbuja inmobiliaria, siendo éste un trabajo rápido y en el que la calidad o la innovación apenas se aplica, con trabajadores de la construcción en su gran parte, con un bajo nivel de cualificación, lo que hace que tengan una complicada recolocación en otros sectores.
Este monocultivo económico, basado en la construcción beneficiaba a millones de personas que directa como indirectamente tenían algo que ver. Desde los propios albañiles hasta los que fabricaban los marcos de las puertas, con lo que la variabilidad económica se perdía, al estar centrados en un sector productivo.
Regulación Ecológica o la llegada de la plaga.
La llegada de una regulación ecológica, en nuestro caso, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, era cuestión de tiempo. La crisis crediticia mundial; con la crisis de las Subprime como iniciador del proceso, hizo de plaga y acabó con el tejido productivo basado en la construcción o que sobrevivía a base de crédito.
La imposibilidad de poder pedir créditos a los bancos, porque ellos estaban afectados por el estallido de la burbuja, ya no sólo afectó a la construcción, porque también afectó al resto de sectores que no tenían nada que ver con la construcción que veían como no tenían la posibilidad de financiarse como ocurría anteriormente, con lo que muchas empresas no tienen otra que cerrar, a pesar de funcionar bien.
Ahora ya no era tan sencillo pedir un crédito, por lo que sólo sobrevivían los más fuertes porque estaban más diversificados o contaban con un colchón económico/productivo (los más variables genéticamente).
Como hemos visto, la ecología y la genética de poblaciones, nos sirven para explicar cómo los monocultivos no son buenos y cómo la necesidad de investigación y desarrollo (variedades más resistentes) o la diversificación productiva (nuevos modelos productivos y más diversificados), son clave para evitar crisis como las actuales.
Más información
- Great Famine (Ireland)
- Phytophthora: a blight on Ireland (Pdf)
- Potato Varieties of Historical Interest in Ireland (PDF)
- Monoculture and the Irish Potato Famine: cases of missing genetic variation
- España se olvida del 'ladrillo'
- Más de 900.000 viviendas construidas en los años del ‘boom’ inmobiliario están vacías
- Crisis de las hipotecas subprime
- Crisis financiera de 2008
- Izco, J. Botánica. Madrid : McGraw-Hill-Interamericana, D.L. 2005
- Vanhaute, Eric, Paping, Richard and Ó Gráda, Cormac. 2007. The European subsistence crisis of 1845-1850. A comparative perspective. In: C. O'Gráda, R. Paping and E. Vanhaute, eds. When the potato failed. Causes and effects of the 'last' European subsistance crisis, 1845-1850. Turnhout: Brepols Publishers, 15-40 (CORN Publication Series 9). - PDF
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