La T1 aupará a Barcelona a la primera división de los aeropuertos. Así será, al menos en cuanto a la modernidad y dimensiones de sus instalaciones, algo que con las terminales A, B y C -ahora T2- era inalcanzable.
La capacidad conjunta de la T1 y la T2 es de 55 millones de viajeros anuales, un techo que parece difícil de alcanzar a corto y medio plazo. El año pasado, ya en crisis, se cerró con 30,1 millones, después de que el 2007 se alcanzaran 32,6 millones, cifra récord.
T1 Barcelona, noviembre de 2007. Fotografía de Javier Ortega Figueiral
El proyecto se empezó a gestar hace 10 años y supone un desembolso de 5.100 millones de euros, de los que se llevan invertidos 3.100 millones. Los 2.000 millones restantes servirán para construir una terminal satélite entre pistas. La terminal en sí misma ha tenido un coste de 1.258 millones.
Pero sin embargo, la nueva T1, además de por su coste y su capacidad, destaca por su mejora en la eficiencia energética.
Para lograr esta mejora en la eficiencia energética, AENA siguiendo su compromiso ambiental que adquirió en 1999 se realizaron medidas:
- Realización de Techos Ecológicos
Se instalaron 696 placas solares térmicas de 2,2 metros cuadrados situados en el techo del nuevo terminal. Gracias a estas placas solares térmicas, se podrá calentar el 70% del agua caliente consumida, lo que supondrá una importante reducción en el consumo energético y en las emisiones de CO2.
Además, en los momentos en que la luz natural escasee las lámparas del edificio cuentan con un sensor que graduará automáticamente la intensidad de la luz artificial de los espacios públicos, lo que, sumados a otros sistemas de control más usuales, que funcionan con sensores de movimiento, permitirá ahorrar considerables cantidades de energía.
- Soluciones constructivas de aislamiento
Se han utilizado más de 100.000 m² de lana de roca Rockwool para el aislamiento de la cubierta ligera del edificio que está formada por una chapa de aluminio, los paneles Hardrock 391 en 100 mm, una tela acústica, el panel Confortpan 208 Roxul en 110 mm y otra chapa metálica.
Además, se han aplicado paneles de lana de roca de 50 mm en el falso techo y soluciones Rockwool en otros puntos donde se requería insonorización acústica, aislamiento térmico y protección contra el fuego.
Fotografía de curimedia
Más info en AENA // Ricardo Bofill // Ecodiario //
La nueva T1 es muy bonita, pero ha costado seis mil millones de euros.
ResponderEliminarSólo los intereses (SÓLO LOS INTERESES) de ése dinero darían para pagar el sueldo a 4.000 (CUATRO MIL) presidentes del gobierno cada año (CADA AÑO).
Con la T2 se cubrían costes y no había aviones esperando. Ahora entre la T1 y la T2... no consiguen mover a tantos viajeros como antes con la T2 (cosas de la vida el AVE les ha restado cinco millones de pasajeros a Madrid).
No se sabe cuando se recuperarán los pasajeros.
De momento entran ganas de llorar viendo decenas de miles de plazas de aparcamiento vacías... La tercera parte de las puertas "antiguas" cerradas... la T1 a medio gas, la T2 desértica... la T1 que no pasa los controles de homologación europeos...
Fórmula de planificación del número de pasajeros del aeropuerto de Barcelona T1 + T2 = T0,8
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