jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Es mejor que suba la luz un 31% o que engorde la deuda del Estado?

andresrguez

¿Por qué sube de repente la luz un 3,5%? La explicación es simple: el déficit tarifario. ¿Qué es ese déficit? ¿De dónde viene? ¿Seguirá subiendo la luz el año próximo? El déficit tarifario eléctrico es la diferencia entre lo que cuesta la electricidad y lo que pagan los consumidores. ¿Quiere eso decir que los consumidores no pagan un precio real por la electricidad? Sí, ya que desde que se aprobó en 1997 una nueva ley para el sector eléctrico el Gobierno fija cuánto se le va a cobrar a los españoles en su recibo de la luz, que nunca ha sido el precio real de producir y distribuir la luz. ¿Qué sucede? Que ese déficit estructural es cada vez más elevado y contrario al desarrollo de un mercado de competencia.

La subida del 3,5% de la luz, sólo busca mitigar los más de 13.500 millones de euros que se deben a las eléctricas (según las previsiones 16.000 millones al cierre de 2008) y que son causa directa de la ley que regula el sector desde 1997. Con la ley aprobada por el entonces Gobierno del Partido Popular se optó por regular el precio de la electricidad para conseguir controlar la inflación. La repercusión de ésta en el IPC es muy importante por lo que cualquier medida para controlar el índice es buena. De este modo se fijó un tope que se revisa cada año y que da como resultado un déficit tarifario: diferencia entre los costes reales (adquisición de la energía , su transporte, su distribución,…) y lo recaudado por tarifas integrales y tarifas de acceso (que fija la Administración y que pagan los consumidores por sus suministros regulados y competitivos, respectivamente).

El déficit tarifario es por tanto un control de la inflación momentáneo, más aparente que real, o inflación aplazada, hacia el futuro, más que controlada. Esta forma de proceder por parte de los gobiernos da lugar a un déficit estructural cada vez más elevado y difícil de mantener, que tiene efectos sobre el desarrollo de la competencia en los mercados y sobre las señales económicas que reciben generadores y demanda.

Según los expertos, Industria sólo tiene tres alternativas para atajar el problema: cambiar el marco tarifario para terminar con los déficits estructurales que provoca el actual modelo; subir el recibo de la luz para asumir los costes reales de la energía (a lo que habría que sumar lo que se debe) o, la opción elegida, hacer una ligera revisión al alza y prorrogar en el tiempo el pago de la deuda. Una cuarta opción, que se ve imposible ante el estado de las arcas y los problemas presupuestarios que está acarreando la crisis, es asumir el Estado la deuda en los Presupuestos Generales del Estado.

Las eléctricas ya han dado la voz de alarma y aseguran que ese déficit, que sí se han anotado pero que no han cobrado, podría poner en peligro las inversiones previstas para el futuro. Hasta el momento esa deuda se titulizaba y salía a subasta. El problema viene cuando los mercados están secos y nadie acude a esas subastas, como ha sucedido últimamente. Estas subastas de déficit ex ante, que es el que se genera antes de que se produzca, comenzaron a celebrarse a finales de 2007 y tienen carácter trimestral, aunque debe ser Industria la que las convoque. Hasta la fecha, se han celebrado tres, de las que sólo la segunda tuvo éxito, y el Ministerio no ha convocado aún la cuarta puja, que debería celebrarse en diciembre.

Para evitar que se genere más déficit, la Comisión Nacional de Energía (CNE) propuso en uno de sus últimos informes una subida de la tarifa eléctrica del 31%. Esta decisión fue criticada mediante votos particulares por la propia presidenta del organismo, María Teresa Costa y otros tres consejeros, que lamentaron que el regulador no cuente con libertad para aplicar una metodología adecuada. En todo caso, en el informe, aprobado por cinco de los nueve consejeros, se pidió a Industria un cambio normativo que restituya el "equilibrio retributivo de la generación de electricidad" en el régimen ordinario que estaba presente en la Ley del Sector Eléctrico (LSE) y sus primeras normas de desarrollo.

Parece difícil para la bola de nieve, pero en el recibo actual de la luz no quedan repercutido el precio real aunque en él sí se incluye un plus para hacer frente al déficit tarifario. El catedrático de de la Universidad Autónoma de Madrid, José Barea, reconoce que “tratándose de un bien privado, como es el de la electricidad, no es admisible, desde el punto de vista de la equidad, que el coste de consumir la misma se traslade en parte a otra persona que no la ha consumido. Es un principio general de una economía de mercado que en los bienes privados el que consume paga su coste”.

Ente este panorama los expertos del sector alertan de que el recibo de la luz seguirá subiendo en los años venideros a no ser que se modifique el sistema actual que permite trasladar en el tiempo lo que se debe de la luz. Un analista que prefiere mantenerse en el anonimato asegura que “ningún Gobierno sea de izquierdas o de derechas le pondrá ese cascabel al gato, no es fácil decirle a tus votantes que a partir del mes que viene van a pagar un 30% más en el recibo de la luz; pero o se toman medidas o serán sus hijos quienes paguen la luz que sus padres disfrutaron”.


VÍA Invertia



La luz en España es baratísima en comparación con lo que cuesta generarla y distribuírla, además de que en España existe un maravillos déficit tarifario que se originó con privatización de Endesa en 1997.

No hay comentarios:

Publicar un comentario