Té verde en el desayuno, una copa de vino tinto con la comida, deleitarse con chocolate negro o saltear las comidas con frutos secos pueden ser buenos aliados para disfrutar más y mejor del sexo.
Té verde en el desayuno, una copa de vino tinto con la comida, deleitarse con chocolate negro o saltear las comidas con frutos secos pueden ser buenos aliados para disfrutar más y mejor del sexo. Las mismas investigaciones en las que se basó el desarrollo de la Viagra han servido de base a dos psicólogos estadounidenses, los doctores Robert Fried y Lynn Edlen-Nezin, para desarrollar una dieta que aporte lo que la milagrosa pastilla, oxido nítrico, y que suministren antioxidantes al cuerpo.
El óxido nítrico es el combustible que necesita el cuerpo, tanto del hombre como de la mujer, para activar la circulación y poner en órbita la libido. No se trata de un compendio de afrodisíacos, sino de recomendaciones nutricionales, las mismas que se encargan de mantener los vasos sanguíneos limpios, que en definitiva favorecen que la sangre llegue a los órganos sexuales. “Esta tesis se basa en pruebas con cluyentes, procedentes de una investigación, en las que hasta el 90 por ciento de las disfunciones sexuales, tanto en hombres como en mujeres, de las que se tiene conocimiento no se deben a un bloqueo emocional sino a un trastorno médico real relacionado en gran medida con la alimentación”, explica en el prólogo la psicóloga Janet L. Wolfe.
Este planteamiento resulta novedoso y hasta revolucionario, y sorprende a los especialistas españoles. “Es cierto que siguiendo una alimentación sana y equilibrada todo va mejor –reconoce la psicóloga Marta Arasanz, directora del Instituto Catalán de Sexología y Psicoterapia–. Pero si hablamos de falta de deseo sexual, el problema es más psicológico que físico. Otra cosa es si se trata de disfunciones orgánicas, pero son minoritarias en consulta, sobre todo en mujeres”. Antonio Casaubón, presidente de la Federación Española de Especialistas en Sexología, hace un planteamiento similar. “Cualquier tratamiento farmacológico o alimenticio que se aplique no resulta efectivo si lo que falta es el deseo sexual. El mayor afrodisíaco está en el cerebro. Aunque sí existen sustancias naturales que facilitan el riego o lo focalizan en zonas determinadas”.
En las 380 páginas de este manual aparecen recetas elaboradas por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos, con alimentos básicos ricos en óxido nítrico (verduras, legumbres, frutos secos y carnes). Proponen platos tradicionales como pollo al limón o lasaña de calabacines y otros sugerentes, como el batido de mango. Y desprestigian la comida basura, que igualan a una “vida sexual basura”.
Vía Interviú
andresrguez
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